Chiliens en France: El otro día conversando acerca de los chilenos que conocemos en Francia, siempre llegábamos a lo mismo “estos son los chilenos X”, “este es sólo Y”….teníamos inconcientemente varias clasificaciones. ¿Para que sirve?, para ver si sigues o no en contacto, si podemos ayudarlo en algo (sobretodo orientarlos), de qué nos va a hablar, si es mejor ni cruzarlo. Aquí cito a los grupos de chilenos que podemos encontrar en Francia, un grupo no excluye necesariamente al otro:
Los izquierdistas: Una generación ya de abuelos. Gente que se vino a causa del golpe militar y rallan un poco la papa con los asuntos políticos y de izquierda. En general son simpáticos y alegres, visitar su casa es como sentirse en Chile, muy acogedores pero dentro llevan una tristeza. Muchos viven mas bien integrados a una vida francolatina, más que francesa. Hay muchos intelectuales y artistas, algunos resaltan su lado indígena.
También en esta ola de los 70’ llegaron algunas familias muy ordinarias (supongo que aprovecharon el viaje) que se dedica a la mala vida (delincuentes) y tuvieron hijos iguales a ellos….algo que deja muy mal a Chile en Francia.
Los jóvenes de paso (estudiantes/asistentes/stagiaires): Gente que con o sin beca vienen a estudiar a Francia. Algunos están desesperados por conocer Europa en unos meses y algunos buenos para el carrete. En general son muy simpáticos. Conocen gente de todos los horizontes y si se encuentran con un chileno son buena onda para compartir un rato. Muchos vienen con la remota ilusión de probar suerte y quedarse, luego se dan cuenta que la cosa era más difícil de lo que ellos pensaban.
Entre los estudiantes creo que los algunos (no todos) doctorantes son más desagradables. Como si obtener un doctorado fuese reservado a un ser humano superior.
Los busca papeles: Estos son chilenos que pisan suelo francés con el objetivo de quedarse. La mayoría vienen con contactos, datos, pololo(a) francés(a) y la Biblia de la inmigración leída. Ocupan distintas oportunidades para obtener visa (estudiantes, au pair, etc.) o vienen como turistas. Acá se las arreglan para encontrar trabajo, novio (a) y en lo posible casorio, el fin último es la nacionalidad. En Chile o en Francia, o por Internet, caen locamente enamorados. En 2 días encuentran al francés (a) de su vida y deben irremediablemente venir a vivir aquí. Conocen todos los sistemas de ayudas económicas, sociales, salud, incluso mucho más que los mismos franceses. Antiguamente sacaban jubilación sin trabajarle a nadie y hasta trajeron a sus familiares. A veces se quedan, a veces pasan a España, a veces los echan. En general no son gente con mucha o muy buena educación, ni muy trabajadores o emigrantes que solo sueñan terminar con la vida que llevan en Chile. En Chile se jactan de como se han aprovechado del sistema francés, de todo lo que conocen, de sus lindas vidas, viajes, paisajes.
Los ni chicha ni limonada: Son francochilenos o franceses. Hijos de chileno(a) y francés (a), 50% chilenos, chilenos que llegaron chicos o hijos de chilenos que aquí nacieron y se quedaron. Se sienten chilenos pero finalmente son franceses en todo sentido. Hablan español, visitan Chile, sueñan con volver, pero la mayoría nunca lo hace. A veces tienen un problema de identidad, a causa de sus padres inmigrados, no se sienten ni chicha ni limonada. En Francia son hijos de inmigrados, en Chile son franchutes. En realidad son franceses que aman sus orígenes. Una linda generación de franceses abiertos y alegres, algo que Francia necesita mucho.
Los made in chile: Son chilenos que por diversas razones se vinieron a Francia ya grandes y terminan echando raíces. Por trabajo, por razones familiares (pareja). Les toca adaptarse y darse varios porrazos, porque en Chile les dicen que Francia es fácil y bonita. Algunos se integran bien, algunos nunca se integran, algunos se devuelven, algunos casados se divorcian (se quedan, se van y hasta se devuelven), algunos se quedan ilegales)'. En general no hablan muy bien francés, no pierden nunca el acento y tienen todo tipo de amigos. No cuentan cuentos de Francia, ni se los cuentan. No les apasiona tanto vivir en Francia, pero luego se resignan, no pueden volver atrás, a veces por sus hijos. Con el tiempo algunos se francochilenizan y se conviernen en Ni chicha ni limonada, no son de aquí ni de allá. Algunos viven con nostalgia.
Los made in Francia: Son nacidos en Francia de chilenos que pasaron por aquí, o hijos de franceses, viven en Chile y terminan en Francia. Saben francés, algunos tienen la nacionalidad y después de la alianza francesa se vienen a vivir Francia o a estudiar. A algunos les va bien, a otros les va mal. Pero para la mayoría no es fácil conocer Francia, el país que tanto habían idealizado.
Los que no tienen la nacionalidad cargan una frustración del país que sienten el suyo y que les cierra las puertas. Buscan su nacionalidad hasta por debajo de las piedras, de su tataratataratarara abuelo o porque su madre chilena de paso por Francia parió aquí.
En general sus familias en Chile rallan la papa con Francia, tienen el típico cuadro del Sagrado Corazón en casa, la torre Eiffel, hacen comida francesa. Aunque la conocen poco o nunca han venido a Francia, todo el mundo los identifica con ese país. Algunos hasta pareciera que tuvieran sangre de nobles, o un château por el solo hecho de tener unos genes franceses remotos y todas las historias que cuentan, algo que ni en Francia ocurre.
Los deschilenizados: Son chilenos que llegaron a Francia hace muchos años y se avergüenzan de ser chilenos. Tratan de pasar por franceses, toman actitudes arrogantes y despreciativas. Su acento, apellido y/o color de piel los delata. No tienen amigos latinos, no hablan con chilenos y caen en el racismo porque evitan tener amigos inmigrados. Aunque son inmigrados están contra la inmigración y son de derecha pura tipo Lepen. Estos ni siquiera visitan Chile a menos que sea por viaje o asuntos legales. En general vienen de medios humildes y en Francia llevan una vida holgada. No hablan español y si lo hacen hablan espançais o frañol, como para darle un cliché y sacar el español de su cerebro. Sus hijos no hablan español, ni saben donde queda Chile en el mapa. Hay distintos grados de deschilenizados, en general son personas poco apreciadas en la sociedad. Si hablan de Chile, hablan lo peor.
Los turistas: Son chilenos que descubren Francia, con o sin plata encuentran todo lindo, todo caro, todo maravilloso y creen que vivir aquí es un sueño. Se sorprenden de la honestidad de la gente, del orden, del buen funcionamiento, del respeto a las cosas. En general son muy simpáticos y siempre andan un poco perdidos. Excesivamente amorooooosos, todo el tiempo te dan palmadas y te tocan.
Los chilenos invisibles: Son chilenos ilegales que siguiendo el llamado de las sirenas, de familiares en el extranjero que les contaron "las mil y una historia" vendieron todo en Chile y vinieron con petacas y guaguas a instalarse en Francia. Llegan como turistas, creyendo que algún día les darán visa. Finalmente escolarizan a los hijos y eso evita el riesgo de expulsión. Son ayudados por asociaciones humanitarias, grupos de chilenos. Salen poco a la calle para evitar ser controlados por la policía. Finalmente son invisibles, todos sabemos que en tal barrio hay una familia chilena, pero jamás hemos tenido la oportunidad de verlos y de hablar con ellos porque viven escondidos.
Los affaire: Son chilenos en viajes de negocios, enviados por las empresas. Hay de todo, pero en general son o se hacen los cuicos, tienen mucho dinero o aparentan. Nunca falta en bussinesman que no vienen solos o que se pasean con una mulata de mini-falda y un anillo de casado en el dedo. En general son simpáticos y fiesteros.
Los lanzas internacionales: Se mimetizan con el medio, se visten normal francés, pero cuando abren la boca, ni español hablan, sino un "coa flayte" con los si po' gueon que nos ayuda a saber que es un chileno. Siempre miran nerviosos como si los estuvieran siguiendo y miran a toda la gente para ver lo que llevan. Se pueden encontrar en lugares con mucho público. Deberían ser denunciados. Están de paso y lógicamente son peligrosos, aunque si ven a otro chileno en general son simpáticos. De estos he visto muy pocos, por suerte…..
Atención, esta clasificación se basa en experiencias personales "reales" vividas en Francia, amigos, familia, conocidos y diversas historias que me han acontecido.